Mezclar cosmética y plantas

Durante cientos de años nuestras culturas han crecido haciendo uso de las plantas como uno de sus recursos primordiales y más a mano y, por poco que las utilicemos, siempre conocemos algunos usos tanto curativos como cosméticos de ellas sobre la piel.

Para ello la etnobotánica nos aporta una buena base de datos para acercarnos de manera más efectiva y eficiente a las formulaciones herbales que siempre han llamado nuestra atención por su buen resultado y por los efectos secundarios relativamente escasos que tienen con respecto a los mismos productos fabricados sintéticamente.

Los ejemplos de hierbas y especias que se han utilizado culturalmente para mantener y mejorar la belleza humana no son pocos, como el sándalo y la cúrcuma para el cuidado de la piel, la henna para colorear el cabello, las manos o los pies o los aceites naturales para perfumar.

El té y la caléndula se usan para proteger la piel, el aloe como hidratante de la piel y del pelo y como protector solar y emoliente, la avena como hidratante y tónico de la piel y la naranja y el limón, añadidos al champú para cuidar al pelo.

Todas estas aplicaciones se han creado en el tiempo y son producto de la observación directa y de la aplicación práctica que diferentes culturas han hecho de las plantas, y de su efecto nutritivo sobre nuestra piel.