¿Qué es la consciencia natural?

Un buen producto de belleza natural te sirve de medio para crecer, por dentro y por fuera. Se requiere cierto nivel de conciencia para llegar a un producto natural, porque no amanece un día y somos pro – naturaleza, sino que es un proceso, un camino que haces al probar y aprender a diferenciar lo que realmente es natural y lo que solo lo parece.

Y es que aunque todo producto de belleza tiene sus atributos, no todos los tienen como para considerarles naturales y lo que es cierto es que, una vez que conseguimos uno que vale, no lo soltamos y nos convertimos en fanes, hasta que pierda su calidad, lo que es posible.

En este camino de encontrar una buena cosmética, hay dos formas de medir la “naturalidad” del producto [1] y mejorar nuestra capacidad de decisión para separar lo que es de lo que no es:

  1. Su efecto sobre la salud: Un producto natural es aquel que es totalmente reconocido por tu cuerpo. A menos reconocimiento hay, menos natural y más tóxicos genera y más energía necesita tu cuerpo par integrarlo o eliminarlo.

  2. Cómo se fabrica, de dónde sale el producto: deben existir estándares establecidos para la elaboración de cada producto y, además, ser posible encontrar evidencia de que quien fabrica aporta el tiempo y los recursos que son necesarios para cumplirlos.

Conocer estos dos puntos aumentará nuestra visión sobre el uso de la cosmética natural y nos ayudará a tomar conciencia y a mejorar la forma en que nos relacionamos y respetamos a nuestro cuerpo y a la naturaleza.

Investigar un poco y comparar antes de tomar decisiones aumenta la confianza en nuestra capacidad para distinguir las diferencias entre los productos de belleza naturales y convencionales, en otras palabras, aumenta nuestra capacidad de discernir las diferencias entre ambos.

 

[1] Normalmente las empresas que ofrecen cosmética natural ofrecen ambos datos. La ausencia de ellos debería tomarse como síntoma de que no son naturales.