Ritual básico de belleza

En la adolescencia las células se regeneran a gran velocidad, y según van pasando los años, este proceso se va ralentizando, lo que significa que es menos capaz de defenderse tanto de las agresiones externas (frío, polución, calor, calefacción) como de los diferentes factores estresantes de la vida.

Por lo tanto, ¿qué productos debes usar para limpiar la piel de tu rostro?

Debes alimentar tu piel con el mismo cuidado y mimo con el que te debes alimentar: escogiendo productos de calidad, libres de tóxicos, respetuosos contigo y con el medio ambiente.

Lo más importante es limpiar tu piel cada mañana y cada noche tanto si tienes maquillaje como si no. Debes retirar el maquillaje, polvo y demás contaminantes que puedan estar depositados en tu piel al mismo tiempo que respetas la humedad y los aceites naturales que en ella se encuentran y son los que hacen que la piel esté tersa, nutrida, suave, firme y con un tono uniforme.

Mientras duermes, tu piel realiza diferentes funciones, que hacen que elimine las toxinas acumuladas durante el día, por ejemplo cuando respira y se regenera. Por ello debes usar un cosmético libre de activos o aditivos sintéticos y evitar espumas, jabones o geles que alteren su PH y la dejen seca o tirante.

Si tienes la piel grasa y tratas de eliminar toda la grasa tu piel, generará más grasa como una forma de compensar esa sequedad que se ha producido. El uso de aceites vegetales, aceites esenciales, arcillas, e hidrolatos permite limpiar en profundidad a la vez que nutre y cuida tu piel.

Un aceite vegetal que no deja de sorprenderme es el aceite de Oliva; eso sí, tiene que ser virgen extra, de primera presión en frío y ecológico: lo mejor de lo mejor para nuestra piel, el cual contiene una gran cantidad de ácidos grasos que mejoran la hidratación, es rico en vitamina E y un gran antioxidante: excelente para desmaquillar y limpiar el rostro a la vez que ayuda a reducir las líneas de expresión cuando se combina con un aceite esencial adecuado a nuestro tipo de piel, ya que además de limpiar, nutre y equilibra.